9 nov 2010

ILSES “Tan popular como desconocido, tan necesario como escaso”.



Características personales:


Flexibilidad:
Capacidad para adaptarse a distintas situaciones y contextos culturales y lingüísticos. Se encontrará con personas sordas cuya única comunicación se basa en gestos naturales, otras con lengua de signos básica y otras con lengua de signos elevada. También dentro de los oyentes encontrará muchos niveles.
Si no conoce al usuario, antes de interprertar conviene comunicarse un poco con él, para adaptar la interpertación a ese usuario en concreto, preguntando ¿eres usuario de lengua de signos? ¿prefieres apoyo labial?…
Autocontrol:
El intérprete requiere mucha templaza en la situación de interpretación, que generalmente conlleva una tensión grande y mucha responsabilidad. El intérprete tiene que estar preparado para que la tensión y los imprevistos no le bloqueen en la interpretación.
Distancia profesional:
El intérprete no debe implicarse emocional y afectivamente en la situación de interpretación, pero tampoco mostrarse frío y distante.
No debe involucrarse aunque la situación le parezca dolorosa o injusta, si no mantenerse al margen. Su papel es el de un mero transmisor de la información, no tiene que solucionar problemas a nadie, sólo traducir de forma exacta.
Discrección:
El intérprete debe tener claras sus funciones y limitaciones y tratar de ser lo más invisible posible. El intérprete es algo accidental en ese encuentro comunicativo, es un mero transmisor de la información. Debe dar la sensación de que la persona sorda y la persona oyente se están comunicando directamente, como si no hubiera un intérprete. El intérprete nunca es protagonista del encuentro comunicativo.
Respeto:
Respetar a todas las personas y tener en cuenta la dignidad personal de cada uno, respetándola siempre.


Características intelectuales:


Concentración:
Capacidad de mantener la atención de forma constante, sin que le afecten las interferencias.
Memoria:
Es necesario retener en la memoria a corto plazo la máxima información durante el tiempo necesario para interpretarla (M.C.P.).
La memoria a largo plazo (M.L.P.) es importante porque ayuda a recordar contecimientos pasados, aumentar el bagaje de cultura general y en general de información que contextualiza el trabajo y lo hace que la interpretación sea más eficaz.
Agilidad y fluidez verbal:
Durante el proceso de intepretación existe una gran presión por el tiempo. Por eso es necesario la agilidad mental para ordenar el pensamiento, extraer ideas principales, secundarias… Ser capaz de razonar y ordenar el pensamiento de forma ágil y rápida, buscar sinómimos, aprovechar perífrasis, traducir metáforas...

Características éticas:

Un Intérprete de Lengua de Signos cuando está trabajando conoce muchas cosas personales de la vida de los usuarios, a los que tiene acceso exclusivamente por ser parte del proceso de comunicación. También puede acceder a la información confidencial y privilegiada, de la que nunca podrá beneficiarse personalmente. El respeto por las normas deontológicas (código de conducta profesional) supone también tener unas características éticas determinadas para su cumplimiento. Son las siguientes:
La Imparcialidad: En la interpretación la imparcialidad implica (supone) que el interprete no intentará aconsejar o tomar parte, y no será el aliado de una de las partes (de las personas a las que se realiza la interpretación), y evitará expresar opiniones sobre el contenido o procedimientos (formas de actuar). Este aspecto garantiza que los usuarios puedan recibir la información en igualdad de condiciones y decidir libremente. En el momento en que un ILS dude de su capacidad para ser objetivo (imparcial, no tomar partido), habrá de renunciar (abandonar) a la prestación de sus servicios profesionales. Ejemplo: Una persona Sorda acude a un abogado para solicitar información, el abogado le informa pero la persona Sorda tiene dudas sobre que decisión tomar, no sabe que hacer y pide opinión al Intérprete. Este no puede dársela porque supondría tomar partido.
Las personas sordas o con discapacidad auditiva reclaman mejoras en su vida cotidiana. Las normas son necesarias para implementar cambios, pero hay que impulsarlos. Uno de los aspectos claves es la contratación de intérpretes de lengua de signos para atender las necesidades de las personas sordas en diversos ámbitos de la vida diaria. Sin embargo, según datos de CNSE, en los últimos dos años se ha reducido la cifra de profesionales en activo.

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