6 nov 2010

CONGRESO DE MILÁN


El Congreso de Milán, es un obscuro hito de la historia de los Sordos. En ese evento un grupo de oyentes maestros de sordos decidieron excluir la Lengua de Signos de la enseñanza de los Sordos, y también impusieron que el objetivo principal de la escuela de Sordos debía ser enseñar el habla. Desde entonces se consagró la tendencia oralista en la educación de los Sordos por todo el mundo.

¿Qué pasaba en el mundo antes del congreso de Milán?

Al hilo de lo explicado anteriormente, durante el Siglo XVIII se habian definido en Europa dos tendencias muy diferentes para la educación de los Sordos.

La primera de ellas, representada por la obra del francés Abad Michel de L´Epée, defendía la educación basada en la Lengua de Signos. El objetivo de la escuela, según de L´Epée, era la preparación intelectual del alumno para la vida ciudadana. Esta propuesta fue conocida entonces como el método francés.

La segunda tendencia, cuyo gran representante fue el alemán Samuel Heinicke, planteaba que el objetivo de la escuela de sordos era fundamentalmente enseñar el habla, de modo que el alumno pudiera integrarse a la sociedad oyente, que le enseñaría lo necesario. Las propuestas de Heinicke eran llamadas el método alemán.

Ambas propuestas tenían adeptos y opositores. Durante los últimos años del Siglo XVIII y principios del XIX se discutía apasionadamente acerca de la conveniencia y virtud de uno y otro métodos. Sin embargo, la mayor parte de los Sordos, si atendemos a autores como Desloges (1779), Berthier (1840) y Kruse (1992), defendía el método francés. Los logros de los maestros que seguían el método alemán eran pocos, argumentaban los Sordos, e implicaban un inmenso sufrimento del estudiante a lo largo de los años escolares. Y los maestros que defendían el método alemán también usaban permanentemente signos, cosa que no declaraban en público (Desloges 1779). El método alemán tenía sus mayores defensores entre los oyentes. Lo que estaba en juego era una cuestión de poder: la pacata mayoría oyente de aquella época en Europa, ganada a reprimir de modo cada vez más definido toda manifestación de libertad corporal, veía en la le ngua de Signos y su riqueza expresiva un atentado contra la moral. Si los Sordos perdían en ello todo cuando habían ganado desde que habían recibido formación escolar, no importaba demasiado.

En la segunda mitad del Siglo XIX, la enseñanza del habla cobró fuerza y empezó a perfilarse como el método más popular en las escuelas de sordos europeas. Solamente en Estados Unidos se continuaba prefiriendo, de modo claro, el uso de la Lengua de Signos, por influencia de Laurent Clerc y Thomas H. Gallaudet, quienes habían fundado la primera escuela de sordos en ese país bajo el modelo de de L´Epée.
En Milán se preparaba el asalto definitivo de los defensores del método alemán
contra los del francés.

El Comité Organizador del Congreso estaba formado en su totalidad por maestros oyentes.
Al iniciarse, se registraron delegados de 9 países: Francia, Italia, Suiza, Suecia, Inglaterra, Alemania, Holanda, Austria y los Estados Unidos. Todos eran oyentes, de nuevo. Uno de ellos, Eugene Pereire, nieto de Jacob Rodrigues Pereira, fue elegido presidente honorario del evento. Algunos maestros Sordos, que a pesar de no haber recibido invitación asistieron al Congreso, fueron admitidos en él, pero no en calidad de delegados, de modo que no tuvieron voto para hacer valer su opinión.
El Congreso fue concebido por sus organizadores como un golpe definitivo contra el uso de la Lengua de Signos en las escuelas. Para garantizarlo, se realizaron las invitaciones de modo que hubiera una mayoría aplastante de delegados a favor del oralismo. Entre los 164 delegados invitados, había 66 italianos y 56 franceses (el 74% de la audiencia) que eran convencidos y declarados oralistas.

El director de la escuela de personas sordas de Milán, un sacerdote oyente llamado Giulio Tarra, fue designado para coordinar y regular el trabajo durante la convención. Tarra era un furibundo oralista. Durante sus intervenciones hizo clara su posición. Las líneas que siguen son extractos de sus lecturas en el evento, que además Tarra hizo imprimir en un panfleto que distribuyó entre los asistentes :

El gesto (signo) no es el verdadero lenguaje del hombre, ni el que corresponde a la dignidad de su naturaleza. El gesto, en lugar de dirigirse a la mente, estimula la imaginación y los sentidos. Más aún, no ha sido ni será nunca el lenguaje de la sociedad.Así, para nosotros es absolutamente necesario prohibir ese lenguaje y reemplazarlo con el habla viva, el único instrumento del pensamiento humano (…) la lengua hablada es el único poder que puede reanimar la luz que Dios alentó en el ser humano, cuando, dándole un alma en un cuerpo físico, le dio también un medio para comprenderse, para concebirse y para expresarse a sí mismo. Pero las señas mímicas, por una parte, no son suficientes para expresar la totalidad del pensamiento; por otra, estimulan y glorifican la fantasía y todas las facultades de los sentidos y de la imaginación … la fantasiosa lengua de señas exalta los sentidos y fomenta las pasiones, mientras que el habla eleva la mente de modo mucho más natural, con calma y verdad, y evita el peligro de exagerar el sentimiento expresado y de provocar peligrosas impresiones mentales.

Augusto Zucchi, quien era el rector de la institución dirigida por Tarra, dijo:

(...) entre los maestros de sordos se acepta universalmente que el alfabeto
manual y el uso de las señas no estarán presentes ya más …la palabra va a
conquistar; ella es un privilegio del hombre, el único y cierto vehículo del
pensamiento, el regalo de Dios.

Las 8 Resoluciones tomadas en el Congreso:

De las ocho resoluciones, únicamente la 3º fue aprobada por unanimidad. La primera fue rechazada por los delegados de Suecia y de Estados Unidos. El grupo de estos últimos, formados por cuatro
personas, se opuso a todas las demás resoluciones, cuyos contenidos representaron la consagración del oralismo.
Edward Miner Gallaudet (hijo de Thomas H. Gallaudet), uno de los delegados de Estados Unidos en el Congreso, en una de sus inútiles intervenciones afirmó estar defendiendo, con su negativa a aceptar la exclusión de la lengua de señas de las escuelas, a miles de egresados de escuelas donde se seña, en Inglaterra, Francia y Estados Unidos, [quienes] aun cuando no estén en posesión del habla, están viviendo hoy como hombres y mujeres educados, inteligentes e independientes, felices
y prósperos en todas las relaciones de la vida, son ciudadanos útiles y agradecidos por las bendiciones que han recibido

Primera Resolución:
En el convencimiento de la indiscutible superioridad de la lengua oral sobre la de señas, declara el Congreso que el uso de la lengua hablada en la enseñanza y formación de los Sordomudos debe preferirse al de la lengua de señas“.
Esta primera resolución se aprobó con 160 votos a favor y 4 en contra (con las
protestas de los representantes de Suecia y de los Estados Unidos).

Segunda Resolución:
En el convencimiento de que el uso simultáneo de la lengua de señas y de la palabra hablada tiene la desventaja de que a través de ello se ven afectadas el habla, la lectura labial y la claridad de los conceptos, propone el Congreso que se prefiera el método de articulación (hablada) puro.
Votada con 150 votos a favor y 16 en contra.

Tercera Resolución:
Considerando que un gran número de sordomudos no están recibiendo los beneficios de la instrucción, y que esta situación es producto de la impotencia de familias e instituciones, recomienda que los gobiernos tomen las medidas necesarias para que todos los sordomudos
sean educados.
Aprobada por unanimidad.

Cuarta Resolución:
En el convencimiento de que las clases para los sordomudos deben ser impartidas en lengua hablada, declara el Congreso que: A) el medio más efectivo de lograr que los sordomudos lleguen a
apropiarse del habla cotidiana, es el método intuitivo, que está formado, en primer lugar, por la palabra hablada; y después, por la descripción, a través de la escritura, de objetos y acciones que se han mostrado ante los ojos de los alumnos.B) también que la enseñanza de las formas gramaticales al sordomudo debe realizarse, en el primer período, o maternal, únicamente a través de ejemplos prácticos, mientras que en el segundo período debe asistirse al sordomudo para que deduzca de esos ejemplos ya las reglas gramaticales. Todo debe hacerse, sin embargo, observando la mayor sencillez y la mayor claridad posible. C) que los libros escritos con palabras y en formas de lenguaje conocidas por el alumno, pueden ser puestas en sus manos en cualquier ocasión.

Quinta Resolución:
Considerando que el deseo de contar con libros lo bastante elementales como para ayudar al desarrollo gradual y progresivo del lenguaje, recomienda el Congreso que los maestros del sistema oral se apliquen al trabajo de obras especiales en la materia.

Sexta Resolución:
Considerando los resultados obtenidos por numerosas investigaciones hechas con sordomudos de todas las edades y condiciones tiempo después de que han dejado la escuela, y quienes, al ser interrogados acerca de varios temas, han respondido correctamente, con suficiente claridad de articulación, y han leído los labios de sus interrogadores con la mayor facilidad, declara, A) que los sordomudos educados a través del método oral puro no olvidan, al abandonar la escuela, el conocimiento que han adquirido allí, sino que lo siguen desarrollando a través de la conversación y la lectura, B) que en sus conversaciones con personas hablantes ellos se sirven únicamente de la lengua hablada C) que el habla y la lectura labial, al contrario de perderse, se desarrolla con
la práctica.

Séptima Resolución:
Considerando que la educación de los sordomudos a través del habla tiene requerimientos especiales, y considerando también la experiencia de la mayoría de los maestros de sordomudos, declara A), que la edad más favorable para admitir un niño sordo en la escuela esentre 8 y 10 años,
B) que el período de permanencia en la escuela debería ser de siete añoscomo mínimo, aunque ocho años serían preferibles, C) que ningún maestro puede dirigir clases del método oral puro con más de
diez niños a la vez.

Octava Resolución:
Considerando que en la aplicación del método oral puro en aquellas instituciones donde todavía no está en pleno funcionamiento, es necesario tomar medidas de prudencia para su puesta en ejecución progresiva y gradual, recomienda: A) que los niños recién admitidos sean reunidos en una misma clase, exclusiva de ellos, donde se les pueda instruir a través del habla, B) que estos niños sean separados totalmente de aquellos demasiado avanzados como para comenzar a recibir educación exclusivamente oral, y cuya educación deberá ser finalizada con señas, C) que cada año se abra una nueva clase según los principios del método oral, hasta que todos los antiguos alumnos, que son enseñados a través de señas, hayan terminado completamente su escolaridad.

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